Hemos recuperado el histórico y emblemático Hotel Voramar de l’Escala para revivir un lugar auténtico de la Costa Brava de los años 50.
El Hotel Voramar es un recuerdo actualizado de la arquitectura colonial. El edificio se ubica al inicio de este paseo litoral, en el centro histórico, después de la playa del Puerto de Perris.
Alojarse en el Voramar pretende ser un viaje por la historia del pueblo haciendo un homenaje a nuestra tierra, a través de la gastronomía y los vinos del Empordà, y a la cultura popular. Siendo un lugar de encuentro, como era antes.
Queremos que nuestros clientes sientan la sensación de volver a las raíces del pueblo.
Queremos que sintáis la sencillez, la calma y la comodidad. Convirtiéndonos en vuestro rincón de calma en medio de la Costa Brava.
El Hotel Voramar empezó siendo el antiguo café Bofill.
Lugar de encuentro para la gente del pueblo donde se reunían para ir a hacer el vermut, jugar al dómino o entablar conversación. Y donde se creaban lazos entre la gente del pueblo y los primeros turistas que llegaron a la Costa Brava.
Años más tarde, había habido la Villa Carolina, una residencia de uso turístico, para levantarse posteriormente uno de los pocos hoteles que durante años tuvo l’Escala: el Hotel Voramar.
Nombre que mantenemos con orgullo y que nos arraiga al pueblo de l’Escala.
La antigua piscina de agua salada del Voramar inaugurada en 1960 fue durante casi medio siglo un lugar emblema del pueblo.
Su uso polivalente, con la conocida discoteca Acuarium, acogía incluso pasarelas de modelos, convirtiendo el Voramar como el lugar de moda del momento.
Su terraza delante del mar y la coctelería quieren mantener este espíritu. Queremos que pasen cosas interesantes, acoger conversaciones y reuniones de amigos y familia.
Ahora, el Hotel Voramar cuenta con 27 habitaciones totalmente reformadas con un estilo moderno y manteniendo la esencia mediterránea.
Ideal para parejas o familias que quieran sentir de bien cerca la Costa Brava, a la vez que disponéis de todas las comodidades.
El color azul como protagonista que simboliza el mar y el cielo y las tonalidades ocres que nos acercan a la tierra, las raíces, se convierten en la gamma cromática para transmitir la sensación de calma y serenidad que queremos que sintáis cuando os alojéis en el Voramar.